Papitas Cosmicas...

Primero que nada creo que tengo que aclarar un punto que seguramente cambiará la percepción de todos ustedes en cuanto a mis viajes. No viajo de negocios, viajo de placer. Mis papás aparentemente creen que es más cómodo dormir en un avión con chorros de personas y niños moquientos hacinados en una lata de sardinas que en casa propia, o a la mejor creen que si amasan una gran fortuna en millas de viajero frecuente nos van a dar las llaves de la ciudad. No sé. Pero sí sé que en septiembre vamos de nuevo a Las Vegas... alguien gusta ir?

Ahora sí... cosas que aprendí ayer de paseo con Dalba:

1. Que las papitas estrella en los Bisquets de Obregón ya no son de estrella... ahora son papitas cósmicas y son de lunitas y planetitas. Pídanlas por su nombre porque si no los meseros se destantean y vuelven locos.

2. Que mi hermoso gorrión y yo somos como mayates a la luz... pero con gente pendeja. Por alguna razón (espero que no sea porque estamos igual de babosas) siempre que vamos caminando hay algún peatón zoquete que se nos atraviesa y no deja pasar, o es de esos que va viendo pa todos lados y pa donde voltea es pa donde camina y estorba como vaca en carretera. Los peores son los que vienen en bolita, porque se forman y entonces sí, se frena uno y se frenan todos y ya no pasa nadie por los pasillos. Y lo mismo pasa a la hora de subirnos a nuestros bólidos. Nos ponemos atrás de la típica camioneta con señora adentro que se viene peleando entre el niño, el super que se sale de las bolsas y la nana que no controla a los niños porque está controlando el super y por lo tanto la señora se planta cual avión a la mitad de dos carriles. Pues bueno, la logística sería pasarnos al tercer carril. Nomás hacemos eso... y ese carril se para y a la señora se le prende el foco y se quita del camino. Así que si alguna vez nos preguntan que por qué nos tardamos tanto en llegar a nuestros destinos... he ahí la razón.

3. Dalba llegó a la conclusión de que yo no exploto... yo imploto. Dice que generalmente las personas cuando vienen con alguien que tiene las habilidades de manejo de ella (para aquellos que disfruten la adrenalina, súbanse al coche con Dalbita), las personas tienden a gritar, o sea, a emitir el sonido de "AAAAAAAHHHHH!!!!!" o algún similar. En cambio que yo le hago "IIIIIIIHHHHHH!!!!", o sea, chupo el aire "pa'dentro", en vez de desinflarme gritando, me inflo. A la mejor mi sentido arácnido me dice que por si no funciona la bolsa de aire, que mis lonjas me amortiguen el zapotazo y por eso las inflo. Mera protección.

4. Jugar baseball de Wii muy cerca la una de la otra es malo para la salud. Le puedes pegar a alguien con el control remoto en alguna parte del cuerpo, por ejemplo, los ojos.

5. Tejer en el coche marea. Es como leer. Pero aquí en los topes te puedes clavar el ganchillo... y sí duele.

Realmente aprendimos poco el día de ayer... o más bien somos de lento aprendizaje.