Friday, March 30, 2007

China Tu Madle...

No mamen...

Primero que nada, Slim, si llegas a mi blog algún día: TU PINCHE INTERNET DE AEROPUERTO ESTÁ DE LA CHINGADA!!!! Guey, qué no ves que tengo una pinche entrega y tengo que mandarle mis archivos a Atomo? Si me reprueban tú me pagas el siguiente semestre cabrón!!!!

Segundo... Estoy varada en Tijuana escribiendo este post... creo que no lo lograré... cuatro horas de México a Tijuana y ya me estaba arrancando los ojos. Me duelen las rodillas, las nachas, las patas, las manos... y todavía me faltan doce horas más de vuelo.

Así es, soy una de esas personas que se quejan porque puede viajar. No me culpen. Dios no me dio alas por una razón. Si nomás con subirme a un banquito para periquera me da vértigo imagínense en un avión a sopotocientos metros de altura.

Y ahora ha llegado mi tiempo de abordar. Si hay alguien allá afuera que me quiere en este mundo, ruegue porque no me dé un ataque de pánico a medio vuelo y me dejen en alguna cárcel de Hawaii porque no me quisieron regresar a México.

Átomo: te debo el post de la entrega.

Dalba: lloré con las golondrinas.

Tuesday, March 27, 2007

Pase Ud.



Y si no soy playera dónde me estaciono?

Sunday, March 25, 2007

Gratis Hasta Los Madrazos...

Hoy he vuelto a salir con Dalba. Eso sólo puede significar una cosa... que algo estúpido pasó. Y no no es queja, es afirmación de algo que ya sabemos todos, que si pones a Pituca con Petaca, se pone simpático el asunto.

Resulta que a la autora de mis días le regalaron boletos para el concierto de Ricky Martin al estilo VIP. Cómo no, mi madre no se va a parar al Palacio de los Deportes pero ni que la maten, así que me manda en representación. Yo no me sé ni La Vida Loca completa, pero bueno, me dijo que iba a haber after party y eso significa comida y chupe gratis, y una pepenadora como yo no pasa por alto semejante invitación. Con toda la pena de mi alma no fui al Bull, pero me salió más barato.

Pues me arreglo para parecer gente decente y paso por Dalba que también hizo un esfuerzo y se bañó y nos dirigimos al Palacio de los Rebotes. Le pregunto a mi copi, oye guey, sabes llegar? Pus noooooo. Bueno, pus para eso está el GPS. Ándenle, búrlense de nosotras que no hallamos una cosa como el Palacio de los Deportes, pero no sabemos dónde está. Ni modo, así de tarugas nos hizo Diosito para divertirse con nuestra idiotez crónica. Empezamos a buscar el Palacio, pero no sabíamos bajo qué categoría se encontraba, no estaba bajo centro turístico, centro deportivo, centro nocturno, centro de convenciones y exposiciones, y tampoco como estación del metro. Chale. Pus no hay pedo, pusimos que nos metiera a la calle de Añil y de ahí agarrábamos el pedo.

Nos encomendamos a la Santa Virgencita y al GPS (yo rogaba a los cielos porque no se trabara esa estupidez) y nos encaminamos. Como por arte de magia logramos llegar. Ora, pus la gente mortal entra por una puerta, los que teníamos una chingaderita moradita entrábamos por otra. Cómo no, como Dalbita y yo estamos acostumbradas a ser mortales, nos queríamos meter a huevo por la puerta que no era, hasta que de plano nos dijeron a ver señoritas, ustedes se siguen tooooodo derecho y luego le dan la vuelta y ahí se meten. Pus bueno, ahí vamos, encontramos la puerta que sí era y era valet. Deja algo de valor? Sí, mi coche joven. OK señorita, pero aparte. Ah pus mire, traigo el iPod, el GPS, la compu, cinco chamarras, tres playeras, unos pantalones, dos pares de zapatos, tres pares de lentes, un perfume, dos borregos de peluche, un pollo de goma... de plano el guey me dijo bueno ya le apunto aquí el iPod y el GPS seño. Bueno gracias joven.

Entramos y nos mandan a una carpa en donde era el Sony Ericsson Lounge. Ah, qué bonito es lo bonito. Nos tomaron fotos (nota: comprar el Sol de México porque a la mejor ahí salimos), nos dieron chupe gratis (había Jager y Boost gratis, fui feliz), comida (pero los meseros no se nos acercaban y no me tocó ni un pinche canapé), un DJ bien merol y guapos. Guapos! Pero pa variar o eran puñetas, o eran comprometidos. Qué la chingada. Pero vimos a un guey del Staff que estaba bien bonito. En eso se le acerca una lagartona de ochenta años que bien podría haber sido la momia que se les perdió allá en Guanajuato y le planta un beso al cabrón. Después todavía osa a pasarse atrás de nosotros y decirnos "uy uy uy". Qué le pasa pinche momia loca. Dalba ya la quería agarrar a golpes, pero conociéndola me iba a echar a mi en su nombre y de por sí yo ya estoy deforme para qué me meto en más pedos. En eso dice el DeJota que pasáramos ya al concierto.

Entramos y estaba una vieja ya abriendo el concierto cantando tipo canto hondo pero como en merol. Se parecía a mi mayestra de Artes Visuales, pero más encuerada la doña. Acaba y se va y nos ponen como una hora de música. Y Ricky no se aparecía. Ha de haber estado cagando el pinche guey. Además no es buena idea ir al Palacio en tacones. A los diez minutos a mí ya se me habían dormido los pinches dedos de los pies. Y Dalba que a huevo quería estarle oliendo las patas a Ricky me quería llevar hasta adelante y yo quería estar hasta atrás. Llegamos a un acuerdo y nos quedamos en medio.

Finalmente empieza el concierto y me di cuenta de que no me sabía ni una sola canción. Me la pasé cantando "aguacate grande" toda la noche. Y echándome airecito con la invitación de Sony porque pus claaaaaro, no había aire en el lugar. El único aire que hubo en toda la noche fue el pedo que tronó alguien. Además no veíamos nada porque se colocó una torre humana frente a nosotros. Ya sé, para nosotras todos son torres humanas, pero este guey en particular era como el de los Munsters, gigante gigante.

Acaba el concierto y salimos corriendo otra vez al lounge para agarrar ahora sí sillas y canapecitos. Nos sentamos y Dalba ve al guey del Staff que estaba de muy buen ver. Yo como buena amiga le eché porras para que le fuera a hablar. Así que va Dalbita y la veo desde lejos cómo llega, le dice algo, lo abraza, y se regresa a la mesa. Le pregunto que qué pasó y me dice "ay, es que le agarré las nachas y me dijo que era casado". Oh, pus con un carajo, tons para qué sonríe el guey. Resulta que la lagartona momia esa era su esposa. Pus ni queríamos fíjate.

Pasa la noche y nos dan tres tristes canapés. Eso sí, harto chupe, de eso no me quejo. Yo cuatro Jagers y un semi infarto después decidí mejor seguirla con tonics. Dalbita a la primera paloma ya estaba hasta su madre. Pero bueno finalmente la que manejaba era yo. Le intenté hacer ojitos al DJ pero pus tan lejos me he de haber visto como mosco brincolín.

Decidimos documentar la noche con una foto y saca Dalba su tabique de celular para tomarla, pero ah, cómo seremos sincronizadas que no salía la pinche foto. Un guey bien bonito de plano se acerca y nos dice a ver yo se las tomo. Orale va. Nos toma la foto y dice, ay ahora una conmigo. Uy papá pero no me lo tienes que decir dos veces. Nos tomamos la foto y se presenta como Estefano.

A los dos minutos de hablar con nosotras, nuestro carisma desbordante lo aturdió y se largó el guey. Hombres, no se intimden, no mordemos a menos que nos lo pidan.

Después del segundo fiasco de ligue decidimos ya irnos porque ya ven que mi gorrión si no llega a las doce se me vuelve calabaza, entonces salimos y nos encaminamos de regreso a nuestros nidos.

Y así acabó nuestra noche, sin un hombre que nos mantenga calientitas pero con harto chupe gratis.

Wednesday, March 21, 2007

Moshi Moshi...ngada Madre!!!!

Bueno, que uno ya no puede ni cenar en paz.

Resulta que hoy había quedado con mi querido gorrión (léase Dalba) para ir a cenar. Yo tenía la idea de pedir cuchi a domicilio y jugar Wii. A esto de las ocho me marca el gorrioncito y me dice que mejor nos viéramos ya directo en el Moshi Moshi. Pus va.

Con toda la pachorra del mundo me salí de mi casa (hoy me tocó despertar para ir a clase de siete y pus eso no se me da), toda chamagosa después de estar como cuatro horas encerrada con todo el grupo de Artes Visuales sin aire acondicionado y focos que alumbraban más que el sol de Acapulco a las doce del día. Obviamente aquello olía a sopes con harta cebolla y salsa verde. Pero tuve la decencia de echarme un chingo de desodorante y un chingo de perjumito antes de salir para que a mi gorrión no se le cayera la nariz cuando me saludara. Pero bueno, ese no es el punto.

Total que llego al Moshi Moshi y veo a Dalbita parada en la calle esperándome. Entramos, pedimos mesa, nos dan la mesita junto a la barrita y nos ofrecen de beber. Me percato de que el mesero es un muchachito de cara simpaticona, con su atractivo. Hasta sabe mejor la comida con mesero guapo yo digo. Pedimos las bebidas.

A la hora de traernos las bebidas nos percatamos de otros dos meseros: uno que era el hermano gemelo perdido de Zizu Yantra, y otro monito greñudito pero también de cara bonita y pompas redonditas y paradas. Pero logré despegar la mirada de sus nachitas para concentrarme tantito en nuestro mesero y le dije, a ver, ahí te va mano: tengo 200 pesos en la bolsa y vamos a compartir comida porque somos unas rotas de lo piur, y además tenemos un hoyo en la panza, así que sugiere un plato grandote y económico. Se me queda viendo con cara de si no es Kentucky ni damos paquetes de Ponte Abusado, pero con todo y todo, sacó su mejor sonrisa y nos sugirió un plato y además pedimos un sushi. Vamos bien, vamos bien.

Esperando la comida pasa el joven de los glúteos redonditos y nos pregunta si todo está bien. Sí, muy bien gracias. No se les ofrece nada, nos pregunta. No, muchas gracias. Se voltea y en el justo momento Dalba dice "siiii tuuuu te me ofrecesssss!". Uno esperaría que esto lo dijera en voz bajita... pero el guey tiene pinche oído de tísico y lo oyó. Yo no vi la cara del joven, pero por el color púrpura que tomó la cara de Dalba, asumo que fue una cara de harto entretenimiento. Acto seguido mi querido gorrión se empieza a reír cual caricatura escolar japonesa. El joven se va. No pasó a mayores, pensamos.

Bueno, pues nuestro mesero original nos trae la comida y empezamos a tragar pero hasta sin masticar. Ah, qué sensuales nos vemos comiendo de esa manera.

Terminamos la comida, todo bien, todo bien. El mesero de pompis lindas se seguía dando sus rondas pero Dalbita ya no lo quería ver ni a los ojos ni a las nachas. Bueno a las nachas sí, pero a los ojos no. Pedimos la cuenta y se va nuestro mesero.

Pasan años y no viene la cuenta... pero viene el mesero de las pompas, el cual contesta al nombre de Víctor. Nos dice que si no queremos un martini, y ahí dije, ah, Dalba ya salió con ligue, haciendo un silogismo de esos que me enseñaron en cuarto de prepa en Lógica, si Dalba sale ligando del restaurante, nos toca descuento en la comida. A huevo. Decimos que no al martini, pero nos trae un licor de ciruela que según él no era caro y pus dijimos bueno, uno entre las dos. Compartidas hasta el final. Pero la cuenta seguía sin aparecer.

Nos trae el licorcito y pus olía sabroso y la neta sí estaba bueno. Le pedimos uuuuna vez más la cuenta. Sí como no pero espérense, es que les falta el café y así. Obviamente no queríamos café, para esto ya eran como las diez una cosa así, habíamos llegado a las ocho y media al lugar. Se vuelve a ir Víctor.

Pasa media hora y la pinche cuenta sigue sin aparecerse por nuestros haberes. A esta hora a Dalbita ya le habían marcado dos veces de su casa para ver a qué pinche hora pensaba llegar. Nosotras confiadas decíamos diez minutos, diez minutos. Sí como no. Regresa Víctor y sigue medio platicando. Ya no se aparece ni un sólo mesero por nuestra mesa más que él. Y si de casualidad alguno pasa, parece que está jugando a las traes y nomás tocan nuestra mesa y salen corriendo. Víctor ya nos queremos ir, danos nuestra cuenta. Sí sí espérense tantito, a ver platíquenme qué hacen y por qué no vamos a la Condesa saliendo de aquí. En ese momento Dalba puso cara de no mames y dijo a ver guey yo trabajo, y yo respondí bueno tú nos das nuestra cuenta y el viernes vienes al Bull con nosotras. Supuse que con eso ya nos daría la cuenta. Pide nuestros teléfonos y Dalba apunta, nótese, primero el mío. Recordemos queridos lectores QUE EL LIGUE ERA DE ELLA, NO MÍO. Además siempre las cosas se anotan por orden alfabético, de cuándo acá la N va antes que la C. Ah, bueno. Apunta de todos modos y los deja en la mesa... y el guey no los agarra.

Pasa un mesero y lo agarramos y le pedimos la cuenta. Sí como no, ahorita se las traigo. Pensamos que ya lo habíamos logrado... y de repente vemos que se va con Víctor y le dice algo, se da la vuelta y no nos trae ni madres. Ese guey dio la orden de que nadie nos diera nuestra cuenta ni nos atendiera. Pendejo por lo menos no es, porque nos tuvo dos pinches horas sentadas con la mesa vacía esperando un pinche papelito con una suma.

En esas dos horas la mesa de al lado vimos como llegaba, se sentaba, platicaba, pedía sopa, pedía ensalada, pedía plato fuerte, pedía sushi, pedía postre, pedía café, pedía la cuenta. Nos enteramos de toda su vida y nosotras nomás como el chinito, nomás milando nomás milando, esperando la pinche cuenta. Esa mesa estaba ocupada por dos gueyes, que muy divertidos se percataron de la situación y estaban disfrutando nuestras caras de frustración a todo lo que daba. A mi ya me habían dado ganas de darles un zapotazo a cada uno para que se les quitara lo metiche.

Y sigue pasando el tiempo... y a Víctor se le ocurre traernos a Zizu Yantra que porque según él, era gangoso, y Dalba que le quita lo pendejo a los niños pus se le hizo simpático ver si le quitaba lo guey a Zizu. Dalbita ya tenía cara de desesperación y nomás volvió a decir que nos diera la mentada cuenta.

De repente como que el licor de ciruela se hizo de ciruela pasa y a nuestra querida gorriona le empezó a hacer guru guru la panza y me miró con los ojos desorbitados y preguntando en dónde estaba el baño. La dirigí hacia él y salió corriendo. Pobrecita, Moctezuma se vengó.

Finalmente y como por magia nos trae la cuenta Víctor (esto después de preguntar edades, nombres, trabajos, vivienda, y todo esto me lo tuvo que traducir Dalba, porque el guey además de zipizapo hablaba tan bajito que yo no le oía ni madres, es más, preguntó mi edad y yo le dije que llegaba a las diez y media para empezar a hacer cola en el Bull, así de pinche sorda estoy), y dejamos nuestros últimos rastros de dinero. No descuento, no invitación, no nada. Se lleva la cuenta, y de plano le digo a Dalba, sabes qué, deja diez pesos más y el cambio más eso es su propina, que si esperamos (que era lo que quería este guey, cerrar el local y nosotras estando adentro) no nos lo va a traer jamás. Dalba ni tarda ni perezosa sacó una monedita de diez pesos y la colocó en la mesa. Nos paramos y viene corriendo el guey y pregunta, ya se van? No guey es que se me durmieron las nalgas y me las estoy ventilando, pus sí, ya me voy. Yo ya me había hasta pegado al vinil de los asientos y me estaba cocinando porque ni el aire ya tenían prendido.

Vamos a la salida y los de la mesa de al lado salen atrás de nosotros, Víctor se despide de beso y llega corriendo el Zizu gritando "YO TAMBIÉN QUIERO BESOOOO!!!!!". Chale carnal, si no es feria. Pablo (el mesero original) ya se había puesto también en la cola pero pus ese nomás se llevó las gracias por abandonarnos a nuestra suerte.

Así que ya veremos si sabemos de nuevo de nuestro amigo Víctor o no.

Dalba por lo menos ya me dijo que no vuelve a ir al Moshi Moshi. Por lo menos no conmigo. Como si fuera mi culpa que huela a feromonas ella.

Por el momento las lecciones de vida que nos deja esta cena son:

1. Ligarse al mesero no sirve de nada. Tiene que ser del gerente para arriba para que te den descuento o de plano te inviten tu cuenta.

2. El licor de ciruela es bueno para la digestión.

P.D.: update del bodypainting... mis calcetines siguen negros de pintura. Ni con Oxyclean se les quitó.

Monday, March 12, 2007

!"·$%&/()=

Es que hay gente que no entiende con "no estacionarse"... hay que hablarles golpeado... y aún así había un coche parado ahí...

Thursday, March 8, 2007

Encuentre Las 10 Diferencias

Porque yo no las encuentro!!! Tengo una amiga elfa AAAAAAHHHHH SOCORROOOOOO!!! Por qué no pudo ser uno de esos como el de Lucky Charms y me dé oro?

Tuesday, March 6, 2007

Fe de Ratas

Estimados lectores:

En el pasado post se hizo el comentario de que la tanga de león tenía lengüita de fieltro.

Esto es un error... es de plástico.