Sunday, April 20, 2008

Disculpas...

Sigo sin poder regresar como quisiera a mi blogcito amado!!!! Los extraño a todos un chingamadral!!! Les iré contando poco a poco lo que me ha pasado...

Querétaro... qué chingadera. Me dejan plantadas mis amigotas y al final me fui sólo con mi amigo de la multa. Llegamos allá y resulta que al pendejete al que iba a visitar se le hizo bien fácil desaparecer de la faz de la tierra y jamás contestó ni llamadas ni recados ni mensajes. Y por si fuera poco mi amigo tuvo que irse antes, así que me quedé solaaaaaaa en Pueblétaro. Una mensa sola qué tanto pedo puede ser no? Pues me fui al Bunka solita... y no me dejaron entrar que porque no tenía reservación, háganme el pinche favor. Ni que fuera qué. Ni pude salir. Y pa mis piojos no tenía cómo regresarme, de milagro me enteré que mis primas estaban en Querétaro y me dieron aventón de regreso a mi querido D.F., donde sí me dejan entrar a los antros!!!

Después de ese maravillosísimo viaje, chanchaaaan, que me voy a Las Vegas otra vez. Les digo que ya debería vivir en el avión, sería mucho más fácil. Pues me fui a Las Begoñas y decidí que me iba a quedar un día más, porque se suponía que llegaba el lunes a las seis de la mañana y de ahí directito a la oficina, y pensé ni madres, me voy a quedar jetona en la compu y seguro me van a pintar la cara con un plumón indeleble, mejor me regreso más tarde. Total que cambiamos el vuelo, y cuando llegamos al aeropuerto estaba hasta su mismísima madre el vuelo, porque resulta que el día anterior dos vuelos habían sido cancelados, uno a Guadalajara y el otro en el que nosotros íbamos a ir, uno porque al piloto le dio un infarto levantando el avión y el otro porque se le cayó el bendito tren de aterrizaje al avión. Lo bueno es que son la flotilla más nueva.

Pues total que ya, registramos las maletas y la madre y nos subimos y llegamos como si nada. Las maletas de todos salieron... menos la mía. Ahí voy a preguntar y me salen con "ay, es que qué cree, que su maleta se fue a Guadalajara". NO MAMEN!!!! La única pinche maleta en todo el vuelo que se fue a pasear a otro lado de la pinche república. Mis opciones: esperarla horas o que me la mandaran a mi casa. Pus ya mejor mándenmela.

Llega mi maleta al día siguiente... y resulta que los cabrones de Mexicana me abrieron la maleta y me chingaron la mitad de mis cosas. Una maleta que iba en clase ejecutiva que se perdió y la regresan medio llena. Me puse la emputada de mi vida. Hablamos para reclamar y la respuesta: hiiiijoleeee pus si le regresamos 200 dolares dia que le fue bien. A ver pendejos, por lo que se les paga es como para que hicieran una averiguación, ni la maleta cuesta 200 putos dolaruchos!!!!!! Pendejos!!! Pinche servicio de la chingada. Y pa mis piojos una de las cosas que se robaron era de mi jefe, casi me muero.

Bueno pues pasa eso... y la semana pasada mi queridísima amiga Astrid ya va a entrar a trabajar conmigo. Así que fue el viernes a entrevista y a quedar todo listo y se quedó a jugar Rockband un ratito (ella cantó porque a mi me dio un pinche gripón de la chingada y se me fue la voz). Acabando la jugada me dijo que la acompañara a la Mezcalería de la Condechi porque iba a ver a alguien y dije pus va y luego ya me retacho, no hay pedo.

De entrada si yo no me ubico, mi amiga es igual, y además le da mieduco que empieza a irse lejos y ya no sabe si seguirse o no. De milagro llegamos a la Condesa y ponte a buscar la calle. En la Condechi ya aprendí que la calle que buscas siempre va a ser la última que encuentres. Así que ahí andábamos dando vueltas y vueltas buscando Alfonso Reyes, porque según instrucciones de un cuate mío, era esquina Alfonso Reyes y Atlixco. Lo que nadieeee jamás nos dijo es que había dos mezcalerías y que ni siquiera se llamaba así, se llama La Botica y no tiene ningún letrero que te diga que ahí es. Así que estuvimos fácil una horita dando vueltas en la pinche calle, pasamos como veinte veces las dos boticas y jamás se nos ocurrió que fuera ahí. Finalmente dejamos el coche en un valet y nos metimos a una de las dos mezcalerías.

Ya después llegó el susodicho con un amiguito y pues si ya estamos en una mezcalería, pus hay que pedir mezcales. Les recuerdo que yo soy pésima con el tequila, ya no digan el mezcal. Pedí uno reposado y todos me aseguraban que con un trago de esos me iba a regresar la voz. Le doy un trago... y más se me fue la voz... y además me lloraron los ojos. No mamen cómo arde esa madre cuando baja. Sentí toditos mis órganos, fue como cuando te van a ver las entrañas y te meten esa cosa neon pa que te brille todo por adentro.

Me bajé las agruras con una chela, chapulines, naranja y queso oaxaca, y me dice la Castrid "prueba el mío". Ella había pedido uno de nombre Minero... ya con eso me debí de haber imaginado... le doy el trago y no sólo me quedé completamente afónica, me lloraron los ojos y además se me aflojó el moco. Casi me muero. Era como si un gato bajara en reversa en mi pobre esofaguito. Eso sí, si tenía parásitos en la panza segurito que ya los maté. Acabé chingándome una crema de mezcal de cajeta porque es lo más que aguanto de esas cosas. Lo sé soy super gay y qué.

Salimos de ahí y era el cumpleaños de la hermana de la Castrid, la cual lo estaba festejando en el Liverpool Pub. Ahí vamos para allá, y estábamos encaminadas cuando le digo oye guey, como que vamos mal, esto es Norte y vamos pal Sur. No no guey sí vamos bien. Guey eso es Banobras, no vamos bien. Vuelta en U en Insurgentes. Pasamos por Nuevo León y, oh, el espectáculo de la noche y sus amiguitas... digo, amiguitos... encuerados... o encueradas lo que sea. Lo mejor fue ver a una patrulla ahí platicando con ellos/as como si nada. Ahí vamos buscando el lugar cuando finalmente lo vemos y me dice y ahora cómo me voy del otro lado? Pus o nos metemos en una calle y cruzamos o te avientas a lo zonzo. Pus nos metimos a la calle y resultó que salimos del mismo lado. Así que dijo a la monga y se aventó a la de viva México... no sin antes estamparse contra una banqueta. Le pregunté que si sentía que se jalaba el carro y dijo que no, así que seguimos, cuando al poquito de avanzar me dice, no, sí se está jalando el coche mira, suelta el volante y mocos, el pinche carro casi se da vuelta solito. Nos paramos en frente del Freedom y me bajé a ver la llanta y dicho y hecho, en el suelo. Bueno, pues ahí voy a ponerme en modalidad mecánica y saqué la llanta de refacción y la llave y trato de sacar el gato... y que no puedo. La madre estaba como metida con un seguro que no había poder divino que lo zafara. Debe haber sido todo un show verme montada en la cajuela de un coche brincando pa sacar un gato. Y por si fuera poco se para una patrulla atrás de nosotras y empieza a decir que nos quitáramos. Me bajo toda emputada de la cajuela y cargué la llanta encima de mi y la puta patrulla se quitó y se largó, no fueron ni para ayudar los pendejos.

De plano me fui a un valet y le pedí ayuda a un guey de ahí. Tuvieron que ir dos changos a zafar el gato de tan apretado que estaba. Me lo dan y se vuelven a ir. Ya no hay caballerosidad. Para esto tooooda la gente que estaba afuera del Freedom nomás disfrutaban del show que ofrecíamos Astrid y yo peleándonos con el tráfico y la llanta. Un bonche de gueyes ahí paradotes nomás haciendo comentarios pendejos. Nomás porque había que cambiar la llanta no me arranqué a los golpes porque si no les daba una buena putiza de lo enmuinada que estaba.

Estoy a punto de poner el gato pa ya levantar el carro cuando llega un taxista y me dice que si cambiaba la llanta. Pues a ver, de yo que ya estaba toda marrana seguirme peleando con la llanta a darle cincuenta varos y que él la cambiara pus va, cámbiela. La cambia y cuando baja el carro me dice, oye, pero tu llanta de refacción también está baja. Me lleva la...

Ni modos. Estábamos a una cuadra del Liverpool, así que rodamos hasta ahí y ya bajamos. Para esto yo ya tenía que haber regresado a mi casa, gracias. Así que sólo alcancé a lavarme las manos que las tenía más negras que mi conciencia, saludar, pedirle prestado dinero a Astrid, porque además de todo ya no traía ni un quinto, y regresar por mi carro.

Y ayer tratamos de ir la bolita entera a conocer el bar de Absinthe y resulta ser que era un evento privado y no entramos. Acabamos en el Big Yellow todos con ganas de bailar, y decidimos lanzarnos al Cuché... para que no nos dejaran entrar. Así que una noche más se me fue paseando entre Santa Fe y Palmas buscando fiesta.

Y esa ha sido mi vida estas pasadas semanitas. Y a ustedes cómo les trata la vida?