Tschiales conmigo. La dieta me hizo daño o yo qué sé que no había vuelto a mi querido blogcito. Y han pasado taaaaaaantas cosas...
Por ahora me reporto desde Mérida... Y me eché el viaje en carretera valientemente. 15 horas y media en carro, ñañaaaaaa! Ya me temo la vuelta, pero ni paper, ajo y agua, ajo y agua!
Por cierto que les cuento que allá en el DeFe oigo perros ladrando y acá resulta que mis vecinos tienen por mascotas unos pavorreales que se la pasan gritando todo el día, y de noche no son ni pa guardarlos.
Y también acá las visitas nocturnas son de iguanas gigantes llamadas tolocs, y tlacuaches. Ya quiero verme despertando en la mañana con una de esas metida en mi cuarto. Me caen muy bien esos animalitos pero santa madre, me cae que sí me van a sacar un pedote si me los encuentro aquí adentro.
Así que descanso por ahora del freelanceo (cuasi nulo pero lo que hay es bueno) y estoy en Mérida, estresándome sobre cómo manejan los Yucas y a eso agregándole que yo ando manejando por acá. Ay nanita!
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
3 comments:
yo kiero una de esas iguanotas radioactivaaaaaaaas
A comer panuchos priMonk!!! Y ya mándame esas fotos!!!!
Ah, qué rico, en Mérida... yo pasé de volada la semana pasada por Progreso y pa lo único que me dio tiempo fue para hacerme el pedicure maya en el cenote de Dzibichaltún (espero que así se escriba!).
En fin, un abrazo, pues. A ver si vas a fin de año y ahí nos encontramos.
Post a Comment