Thursday, July 9, 2009

Me Van a Enjaular!

Bueno no creo, pero este monito titi regresa a su casa... más bien, ahora voy a estar haciendo mi servicio social en el zoológico de Chapultepec.

Esto de ser parásito de la sociedad ya no me cae en gracia, y estar tan lejos y tan cerca de mi título ya me tiene hasta las chanclas. Ora sí me siento como Scrat con la pinche bellota esa.



Pero no más! Ahora sí, aunque me toque sacarle los mocos a los elefantes voy a acabar el pinchurriento y mugrosiento servicio social y seré un titulado desempleado más! Así que fui al zoológico a llorarles para que me dejaran hacer mi servicio ahí. Me citaron a la una. Salí de mi casa a las doce pensando que tenía que cargar gasolina, cruzar Palmas, llegar y estacionarme, cruzar Chapul a pata y llegar al zoo y preguntar por las oficinas y así. Pos dicho y hecho. A cargar gasolina. Primero me toca una camioneta tamaño Titanic en frente de mi con un señor de esos que se tarda la vida en pensar qué está pasando. Finalmente 15 minutos después (nota: el guey ya había terminado de cargar gasolina pero seguía indeciso si pagar con tarjeta o con efectivo) me toca a mi. El monito me pregunta y le contesto lleno de Premium. Ay señorita, pero no está enojada verdad? Seguro es porque no le despachamos rápido! No joven, no estoy enojada. Ay bueno, porque no fue mi culpa, usté vio. Ajá, gracias. Ay qué bonito está su coche! Sí muchas gracias (todo esto pasaba mientras el guey detenía la manguera pero no se dignaba a cargar mi tanque). Hasta que finalmente se le prendió el foco al chango este y me cargó mi tanque que venía con el puro olor del calcetín y me salió llenarlo en 550 mangos. Ni siquiera sabía que le cabía tanto. En fin.

Me dirijo a Chapul, me meto por atrás del Museo de Antropología y me encamino al estacionamiento donde siempre dejo mi carrito. Justo cuando voy a entrar... me ponen un letrero gigante de LLENO. Me lleva el carajo. Pero Dios protege al inocente y encontré un lugar gigantesco atrás del Rufino Tamayo y me pude estacionar por obra del espíritu santo y pegadita a la banqueta, porque siempre suelo quedar despegada por lo menos tres metros. Me bajo y empiezo a caminar rapidito porque ya eran como 12:50.

Ahí voy al zoológico, atravieso Chapul, llego y pregunto por las oficinas. La respuesta: no están aquí, están afuera, siga todo el enrejado y va a llegar a otra entrada por Chivatito. No mamen. 12:58. A correr!

Encuentro finalmente las oficinas toda sudada y apestosa de que hace un calorón de la chingadera, pregunto por el señorcito este y llego a su oficina, y estaba hablando por teléfono. Me acabó recibiendo a la una y media y yo que me maté corriendo pa llegar puntualita. Pero se apiadó de mí, y tengo servicio.

Aún no sé qué gracias me pongan a hacer. El cuate coordinador ya me dejó bien claro que "no sólo voy a hacer diseño", así que si no me ponen a darle de comer a las cebras, por lo menos segurito sí me van a poner a pintar bardas o alguna cosa así. Me van a dar mi gafetito y toda la cosa, a la mejor y hasta me toca chalequito oficial de paseaniños.

Vayan al zoológico y vean su más nueva adición: yo!