Enamórate de un
hombre de verdad
No puedo pedirte que
te enamores de un hombre que se pedorree, porque ya alguien lo hizo por mí.
Sin embargo, puedo
pedirte que te enamores de un hombre de verdad. Enamórate de un hombre que
levante el asiento de la taza para ir al baño y no lo baje. Enamórate de un
hombre que sea lo suficientemente valiente para decir que no sabe la dirección
pero va a llegar a la fiesta sin GPS. Enamórate de un hombre que no te sabanee
sólo porque puede, enamórate del que te agarra la nariz para evitar que te lo
fumes. Eso significa que es bueno y capaz de apiadarse de los que no cenaron
tacos de suadero.
Enamórate de un
hombre que no disimule ni esconda lo peludo que es. Los que se hacen pasar por
lampiños son mucho más peligrosos que los que asumen con orgullo lo peludos que
son. Además, ¿por qué quisieras estar con un hombre que se depila para estar
con una mujer? Enamórate de un hombre que sea sudoroso, empalagoso, pachoncito
y medio putillo. Todas son importantes. Enamórate de un hombre que no se bañe
mucho. Son honestos y seguros. Los que se bañan diario envejecen más rápido.
Enamórate de un hombre que sea Team Garfield y no Team GI Joe.
Enamórate de un
hombre que le guste eructar. La vida es más divertida eructando tu nombre que aguantándotelo.
Enamórate de un hombre que le guste la mona. No importa que no sea la misma que
te guste a ti. La mona puede unirlos cuando se distancien, curarlos cuando
crudeen y salvarlos cuando se aburran. Enamórate de un hombre que sepa manejar,
que le guste lavar el carro o que tenga dinero como para pagar el lavado de
autos. Trust me on this one.
Enamórate de un
hombre que esté más preocupado por los ceros en tus cheques que en los suyos.
Enamórate de un hombre que te quiera porque le haces de comer y no porque te lo
coges diario. Enamórate de un hombre que respire profundo para calmarse cuando
te ve. Enamórate de un hombre que te esconda todo. Enamórate de los ojos
vidriosos que lo delaten y que te digan que necesitan un sal de uvas. Enamórate
de él porque le brillan los ojos cuando se las das. Eso significa que le gustan
tus nalgas.
Enamórate de un
hombre que hable bastante, para que tú sólo tengas que escucharlo. La parte
fácil es tuya: asiente y sonríe como si tuvieras idea de lo que está hablando. Enamórate
de un hombre que no te ponga atención. Enamórate de un hombre que te pueda
hacer sentir como si fueras la única que se da y genuinamente seas la única de
vez en cuando. Que tenga ese poder sobre ti es el mejor antídoto contra la
autoestima y el orgullo. Enamórate de un hombre que no sepa planchar, para que
toda la ropa te la dé a ti para hacerlo. Enamórate de un hombre que sepa
escribir “notitas” de amor. Las “notitas” reviven las esperanzas y hasta pueden
mandar un bombazo de orgasmo al… calzón.
Enamórate de un
hombre que le guste jotear. Recuerda que jotear es la expresión vertical de un
deseo horizontal. Enamórate de un hombre que piense en otras viejas, que se
coja a otras viejas y que piense en otras cosas que no seas tú. Enamórate de un
hombre con hobbies, con intereses, con pasiones. Que no seas sólo tú, para que enloquezcas
esperando su llamada. Enamórate de un hombre que sepa que su amor tiene que ser
libre, pero que tú no puedas ver a nadie más. El amor obligatorio sólo le hace
daño a él.
Enamórate de un
hombre que te coja y te deje de llamar. Que se vaya y te deje plantada.
Enamórate de mí o de alguien como yo, para que te duela un chingo.
2 comments:
Ja! Voy a checar lo de la bañada.
Saludos, Vampi. Pasaré por aquí más a menudo.
Que juerte amiga jajajaa
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